Visibilizar los oficios. Se largan las visitas con la escuela de alfarería Idearios

Estoy muy contenta de abrir este espacio, de dar inicio a estas visitas y a la búsqueda de los talleres tesoro.

Se trata de un proyecto que tengo en mente hace años y finalmente hoy sale a luz. Pienso que los oficios son saberes hermosos, procesos muy valiosos en los que no estamos involucrados generalmente. Creo cada día más que lo manual, lo artesanal, lo ancestral y los oficios tienen un valor único, el valor de lo irrepetible, de lo exclusivo; el valor que le de la pausa, los tiempos conscientes; el valor del sello personal.

Me encanta  saber que esos objetos, que en apariencia son iguales, no lo son. Cada uno tiene su particularidad, su irregularidad, su cosa que lo hace especial.

Considero que estamos viviendo una vuelta a las raíces, a todo lo que nos acerca a lo simple, a lo natural…la necesidad de vincularnos con lo que nos rodea de manera más genuina, a través de actividades que nos aproximen a ello… cocinar, amasar, tornear, calar, tocar, plantar, cosechar, pintar, experimentar…sentir en las manos las técnicas, pasar por el cuerpo los procesos, divulgar con la palabra conocimientos ancestrales.

En mí búsqueda por conectarme con lo artesanal, realice muchos y variados oficios y creo que la cerámica es uno de los más completos y más terapéuticos. Un oficio que amo por su versatilidad, por su complejidad y variedad.

Es por eso que elegí como primer taller un taller de cerámica, y uno muy particular, donde además de dar clases se investiga, se inventa, se estudia el pasado y el futuro para poder crear el presente. Se trata de Idearios.



Ella es Vero, ceramista y creadora del espacio Idearios. Entró en el mundo de la cerámica hace 28 años, y nunca más pudo alejarse.



Incansable, buscadora y lanzada, algunas de las características que la llevaron por el camino hasta donde hoy está.

Desde chica le encantaba modelar; recuerda que su mamá todos los viernes le llevaba de regaló crealina, y ella amaba hacer con sus manos distintas figuras.


Su profesión y trabajo hasta el 94´ fue el trabajo social, pero su amor por la cerámica la llevó a estudiar el oficio del ceramista. Iba todos los días a su trabajo y de camino se repetía

“Esto no es un ensayo, es la vida que vas a vivir”

Su trabajo era muy desgastante, requería mucho de ella y la cerámica la podía ayudar a fusionar ambas cosas: eso que le apasionaba con eso que había adquirido a través de su trabajo, detectar las necesidades de las personas.


Así fue que en el 94´, cuando la cerámica aún no era tan popular y ser ceramista no era algo tan escuchado, se lanzó a la pileta y dejó su trabajo para abrir un taller en Villa Crespo que ocupaba apenas una habitación y tenía cuatro alumnas por turno. En esos primeros años es que conoce a Fabi, quien es hoy en día su amiga y co-equiper en la carrera de especialización; ella iba a tomar clases a sus talleres.

Fabi es otra buscadora que combina su trabajo de psiquiatra con el de ceramista, y encuentra también un fuerte vínculo que cree que une ambas pasiones, ya que como todos los que alguna vez hicimos cerámica sabemos, es altamente terapéutico.

El taller fue creciendo, la habitación pasó a ser dos habitaciones. Con los años Vero se vió una vez más, tirándose a la pileta para refaccionar una casa que se convertiría en el año 2017 en un gran taller.


Abajo los hornos, los tornos, los tachos de esmaltes, las mesas de amasado y pintura, las estanterías que cubren los muros con trabajos de alumnos; Arriba, un espacio para talleres de especialización.


Hasta hace dos años el taller ofrecía clases de alfarería con torno, workshops y una formación anual para especializarse, pero la pandemia le dio tanta fuerza a Idearios que hoy en día el taller de la terraza es un laboratorio de ideas y pruebas; se convirtió en la cocina de proyectos que tenían en mente y hoy pueden materializar. 

Fabi y Vero sí que tuvieron grandes cambios durante la pandemia. El encierro y las necesidades de la gente en sus casas, les dieron el impulso que les faltaba para comenzar a dar la formación y especialización que daban en el taller de villa crespo para todo el mundo y a distancia. Un cambio que creían imposible y muy lejano, de pronto fue lo más real que les estaba sucediendo. Llegar a miles de personas en todo el mundo era algo que no esperaban, pero estaba ocurriendo y se dejaron sorprender.


Dos almas curiosas e inquietas que nunca dejan de cuestionar, investigar y formarse, buscando darle una vuelta más, la mejor forma. Y sin dudas eso destaca y diferencia a Idearios de otros talleres, la búsqueda de soluciones a través del estudio y la ciencia; creer que siempre se puede tirar un poquito más de la cuerda y llegar a resultados diferentes.

Que nada es estático ni permanente y que nunca hay que dejar de probar e innovar, siempre hay algo nuevo que encontrar.

Fluir y dejar la rigidez de lado son cosas que practican todos los días.

Si bien lo que hacen y enseñan son procesos artesanales, también son procesos químicos y ambas creen que la tecnología y la ciencia son grandes aliadas a la hora de buscar respuestas y, que sin dudas, los cambios son inevitables; que en muchos casos los procesos de producción se transforman y así debe ser. Tanto es así que con la curiosidad, la investigación y la ciencia como puntal es que lograron desarrollar y comercializar una línea de esmaltes de alta calidad y acabado que pudieron competir con los duncan, tan anhelados en el mundo de la cerámica.





Para Vero la cerámica es todo en este mundo por su historia, por el lugar que ocupa dentro de la sociedad, por ser un oficio ancestral. Para Fabi, la cerámica es recreativa, la fusión entre el arte y la ciencia.

A Vero la cerámica le da alegría y cree que la clave del éxito en lo que haga es no sentir que es un trabajo. De las cosas que más ama: abrir el horno y encontrarse con la sorpresa. A Fabi la cerámica le significa un juego. De las cosas que más ama: buscar nuevas formas de hacer, buscar soluciones a través del estudio y la ciencia.

Si tuvieran que decirle algo a alguien que no sabe nada del mundo de la cerámica le dirían que son todos materiales que salen de la montaña y se transforman con el calor. Es la unión de la Química y el Arte.

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